José Peñalver Rosique, totanero de adopción, aunque natural de Los MartÃnez del Puerto, recibió a tÃtulo póstumo un emotivo homenaje de su pueblo natal.
Aunque residió muchos años de su vida en Totana, José Peñalver nació en la pedanÃa murciana de Los MartÃnez del Puerto donde esta pasada semana sus vecinos le rindieron un reconocimiento en el marco de "La 1ª Semana Cultural" con motivo de la conmemoración de los 25 años del Reloj de la Iglesia, que precisamente el donó.
Durante este fin de semana los vecinos de dicha pedanÃa murciana se volcaron en las actividades organizadas para festejar este evento y recordar a un vecino muy querido para ellos, como bien han demostrado. Hasta Los MartÃnez del Puerto se desplazaron familiares y amigos de José Peñalver Rosique, más conocido en su pueblo como "Josele", donde disfrutaron con la exposición de las obras realizadas por los niños del pueblo tales como dibujos, poemas, cuentos, etc. También tuvo lugar una misa cantada por la Cuadrilla Mediterránea. Tras la misa se celebró una comida de hermandad en la que se proyectó un video sobre la vida de Peñalver Rosique y otro llamado "Escenas de mi pueblo".
A estos actos también asistió el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Totana, José MartÃnez Andreo.
José Peñalver Rosique nació en la pedanÃa de Los MartÃnez del Puerto.
Su madre enviudó muy joven quedando a cargo de sus cuatro hijos. José enfermó gravemente en su juventud, pero los vecinos de su pueblo le ayudaron a salir adelante con medicamentos, alimentos, etc, ya que su madre no podÃa hacerse cargo de todo sola.
Peñalver Rosique sanó gracias a la buena voluntad de las gentes de Los MartÃnez del Puerto; por ello siempre dijo que quedarÃa en deuda con ellos.
Aunque José Peñalver se trasladó después a vivir a Totana, no se olvidó de su pueblo y en 1.979, cuando fue agraciado con un gran pellizco de la loterÃa, donó el reloj a la iglesia de Los MartÃnez del Puerto.
José Peñalver Rosique murió en Totana un cinco de julio del año 1.985 en un accidente.
No obstante, y a pesar del paso de los años los vecinos de su pueblo natal siguen demostrando el cariño y la gratitud al hombre que puso en funcionamiento las horas de un pueblo con el tic-tac del reloj.
