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Paso la palabra. Para meditar cada día: 25/2/2021

Paso la palabra. Para meditar cada día
Paso la palabra. Para meditar cada día: 25/2/2021
Por Jesús Aniorte

1. Preparación

Señor, aquí estoy delante de ti. Ayúdame a tomar conciencia viva de que tú estás conmigo siempre. Esté donde esté, tu presencia amorosa me envuelve. Dame tu gracia para que este rato de oración me sea provechoso. Que vea claro qué quieres de mí. Dame un corazón nuevo, que me guíe por tus caminos de amor. Me pongo en tus manos, Señor. Soy todo tuyo. Haz de mí lo que tú quieras. Amén.

Ahora lee despacio la Palabra de Dios y las reflexiones que se proponen. Déjate empapar de la Palabra de Dios. Si con un punto de reflexión te basta, quédate ahí, no prosigas.

2. La palabra de Dios

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: - Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos. ( Marcos 10,13-16).

1 Hoy vemos que llevan a Jesús unos niños para que les imponga las manos y les transmita su fuerza. A los discípulos no les parece bien y tratan de evitarlo. Es como si se sintieran superiores, e intentaran establecer un cerco en torno a Jesús, y determinar quiénes podían acercarse a él y quiénes no. Esto molesta Jesús y les regaña: “Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis.” Para los fariseos la religión no era ni para niños, ni para mujeres; sino para hombres adultos. Pero, Señor, tú has venido para romper fronteras y enseñarnos que el amor de Dios y su reino de salvación es para todos. Hasta para los niños, que en aquella sociedad no contaban nada, que eran lo último  y no tenían derechos apenas; sin embargo, Señor, tú los pones como modelo para tus seguidores: “de los que son como ellos es el Reino de Dios.”

2 Jesús añade: “Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Con ello Jesús nos invita a ponernos ante Dios con una actitud filial.  Como el niño pequeño, que es todo confianza, apertura, docilidad. El niño confía en el amor y la fuerza y el poder de su padre: Ante el peligro, ¡cómo corre y se abraza al padre, y refugiado en él, se cree a salvo! Esa es la actitud que nos pide Jesús ante Dios. Confianza, abandono en su amor aun en los momentos más difíciles. Era la actitud que el mismo Jesús tenía ante el Padre… El niño no discute ni pone en duda lo que el padre le dice, sencillamente se fía, acoge sin los prejuicios ni las reservas y suspicacias de los mayores… Esto era, Señor, lo que veías que faltaba a los escribas y fariseos para acogerte y a acoger tu mensaje: ellos eran  maestros de la ley, ¿tú qué podías enseñarles? Señor, que yo sí me fíe de ti; que te acepte a ti y tu mensaje con la actitud del niño que confía en su padre.

3 En otra ocasión dirá Jesús: “Si no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos.” Hacerse como niños. No se trata de ser infantiles e inmaduros, sino de hacerse los últimos, los menos importantes y servidores de todos en la comunidad de Jesús. Sabernos y aceptar que somos dependientes de Dios y necesitados de su amor paternal: somos sus hijos queridos. El nos mira con el cariño con que la madre y el padre miran al hijo pequeño. J. Jeremías decía: “El comienzo de la conversión y de la nueva vida es éste: que el hombre aprenda a llamar a su Dios de modo filial y consolador: Abba (Padre), porque se sabe seguro en él y amado sin límites.” André Gide rezaba: “Señor, vengo a ti como un niño, como el niño que queréis que vuelva a ser… Abandono todo lo que constituya mi orgullo, que, ante ti, sería mi vergüenza. Escucho, y te someto mi corazón.” Señor, dame un corazón de niño: limpio, sencillo, humilde, dócil, que confíe siempre en tu amor.

3. Diálogo con Dios

A la luz de esta Palabra y estas reflexiones, pregúntate qué te pide el Señor... Háblale como a un amigo. Pídele perdón, dale gracias. … Escucha en tu corazón qué te dice el Señor. Pide que te ayude para poder llevar a la práctica los deseos que han surgido en tu corazón.

25/2/2021


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