Totana, esencias de Navidad

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Totana, esencias de Navidad

Inmersos en los cálidos emblemas que envuelven y definen las celebraciones navideñas, aunque condicionados por las dificultades y el desasosiego que concurren en nuestro presente, resuenan en el corazón los emocionados acentos de evocaciones y vivencias, de ternuras y fervores, atributos que dan consistencia a estas fiestas. Es por ello que desde la gratitud por el legado recibido, pero también desde la responsabilidad a que nos apremian las circunstancias sanitarias, queremos recordar la identidad de esta conmemoración, principalmente para valorar la importancia de las raíces que la fundamentan, así como el preciado vínculo de la concordia que la caracteriza.

Totana, impregnada de brisas mediterráneas, afirma su caminar en la apertura y la generosidad, en el encuentro fraternal, en abrazos de amistad... Sin lugar a dudas, la presencia en la localidad de su patrona, santa Eulalia de Mérida, vigoriza, impulsa y anima su esperanza. En esta conjunción de aromas vislumbra el latir de los exultantes ritmos de sus cuadrillas y rondallas, hoy varados en el recuerdo, pero en los que tiene puesta su mirada, un viento que palpita en la luminosa claridad de su cielo, activando los radiantes matices que están grabados en su ser. No es esta agitación una nostalgia vacía, una melancolía fallida y sedante sino un anhelo que aguarda, que tonifica y conforta. Esa añoranza cobra singular fuerza en estas fechas para caldear el espíritu pero también para proclamar gratitud y reconocimiento a todos aquellos vecinos que saben alegrarnos con su música, con sus cantos, con su impulso… como también a cuantos con su apuesta solidaria desafían esta coyuntura esparciendo destellos de luz, irradiando cercanía y comprensión, obsequiando manos tendidas al compartir.

Ciertamente que vivimos tiempos "diferentes", caracterizados por la diversidad, por la riqueza de lo amplio y heterogéneo, en los que, además, se entrecruzan multitud de pinceladas. Esa variedad de tonalidades podrá guiarnos para labrar surcos en los que, sembrando entendimiento, diálogo, empatía… florezca la fraternidad. Sin lugar a dudas, este reto es de los que hoy movemos el engranaje de la Historia, pues tenemos el sagrado deber de transmitir y donar armonía, comunicación y tolerancia. Totana, que sabe declamar el lenguaje de la conciliación y la ayuda, está llamada a revelar que en esa trayectoria un pueblo y sus gentes alcanzan plenitud.

Desde esa perspectiva no permitamos que la deshumanización y el desprecio a las ideas del otro conduzcan al enfrentamiento, al colapso o la demonización, sino que, muy al contrario, apostando por la mediación, la tolerancia y el respeto, nuestros hijos interioricen la eficacia de afrontar el futuro con solidez y lealtad, pues de personas que habían conocido escasez, penurias y privaciones, recibimos perseverancia, dedicación y entrega, pero también ilusión y ganas de avanzar, de convivir en paz y avenencia. Sigamos apostando por estas esencias que llenan el alma y avivan el júbilo, recordando las palabras de san Juan Crisóstomo "si todos llevan la carga, como si fueran uno solo, son más los motivos de gozo".

Feliz Navidad en la certeza que vamos a superar la crisis sanitaria que nos oprime. Un cálido abrazo con admiración y estima a cuantos construís horizonte, a cuantos hacéis de vuestro verbo cauce para la colaboración, la reciprocidad y la participación.

Juan Cánovas Mulero

Totana, esencias de Navidad, Foto 1
Totana y sus gentes ofrecen lecciones de armonía, de entendimiento de cooperación. La música es en su caminar expresión de unidad y concordia
Totana, esencias de Navidad, Foto 2
A mediados de la década de 1950 Totana obtenía un notable reconocimiento en el Certamen Nacional de Habaneras de Torrevieja. La conjunción de afanes, la unidad y el esfuerzo en común permitieron alcanzar ese logro
Totana, esencias de Navidad, Foto 3
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