Paso la palabra. Para meditar cada día: 19/12/2025
Por Jesús Aniorte
1. Preparacin
Seor, aqu estoy delante de ti. Aydame a tomar conciencia viva de que t ests conmigo siempre. Est donde est, tu presencia amorosa me envuelve. Dame tu gracia para que este rato de oracin me sea provechoso. Que vea claro qu quieres de m. Dame un corazn nuevo, que me gue por tus caminos de amor. Me pongo en tus manos, Seor. Soy todo tuyo. Haz de m lo que t quieras. Amn.
Ahora lee despacio la Palabra de Dios y las reflexiones que se proponen. Djate empapar de la Palabra de Dios. Si con un punto de reflexin te basta, qudate ah, no prosigas.
2. La palabra de Dios
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor. Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacía los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto.» Zacarías replicó al ángel: "¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada." El ángel le contestó: "Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira: te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento." El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: "Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres.” (Lucas 1,5-25). 1. En este relato vemos el triunfo de la oración. Zacarías e Isabel –ambos ancianos e Isabel, estéril además- piden a Dios un hijo. Dios les escucha y les anuncia el nacimiento de Juan: "No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan...” Notemos el saludo del ángel.: “No temas...” Como el saludo del ángel a María y a tantos otros en la Biblia. Y es que Dios llega siempre dando ánimo, anunciando la salvación, nunca aplastando o deprimiendo. El ángel añade: “Tu ruego ha sido escuchado”. Isabel es estéril, pero no importa: dará un hijo a Zacarías. Porque el amor de Dios es capaz de hacer fecundo lo que es estéril... Hoy sintámonos invitados a orar. A perseverar en la oración. Al que ora perseverantemente el Señor lo escucha. ¿Cuántos años llevaban Isabel y Zacarías pidiendo un hijo? Y cuando ya son viejos los dos esposos, cuando humanamente es imposible, cuando han perdido toda esperanza, Dios les concede el hijo pedido. Señor, haz que mi infertilidad de vida de evangelio se haga fecunda: ábreme, en la Navidad, a la nueva vida que prometes y traes. Que esas zonas “estériles” de mi vida, florezcan en vida nueva de amor y entrega. 2. Juan será el precursor, el que “irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacia los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo bien dispuesto." Juan llamará a la conversión a los hijos descarriados de Israel. El será el heraldo que anunciará la llegada del Mesías-Jesús, que viene para salvar al pueblo. Y preparar a los hombres para que acojan al Salvador. La tarea de Juan es tarea para todos los tiempos y generaciones. A cada uno de nosotros nos ha llamado también personalmente para ser “Juan” para los hombres de hoy. Para realizar la misma tarea: llamar a los hombres a abrir caminos a Cristo, preparar su venida a tántos corazones y ambientes donde no ha entrado aún y lo necesitan, orientar a los que no le conocen para que descubran su amor... Maravillosa tarea, Señor, la de preparar a los hombres de hoy –como lo hizo ayer Juan- para que sepan descubrirte y "acogerte.” Pero ¿es esto lo que hago? Señor, que me preocupe de verdad abrirte caminos para que llegues a los que aún no te conocen y no te han acogido. 3. Zacarías, cree pero su fe es débil, mira las cosas con mirada excesivamente humana, olvida que los planes de Dios siempre desbordan nuestros planes. Pide una prueba: "¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada." Pero la palabra de Dios es fuerte y se cumple: libra del oprobio de la esterilidad - así era considerado en aquellos tiempos el no tener hijos- a aquellos esposos. Señor, fíjate en nosotros y escucha nuestra oración. Líbranos del oprobio de nuestros pecados y llénanos de la alegría de tu salvación en esta Navidad. Faltan pocos días ya. Concédeme estar atento a las llamadas que me haces en este final de Adviento. «Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más». Sí, Señor, ven a liberarme, que lo necesito.
3. Dilogo con Dios
A la luz de esta Palabra y estas reflexiones, pregntate qu te pide el Seor... Hblale como a un amigo. Pdele perdn, dale gracias. Escucha en tu corazn qu te dice el Seor. Pide que te ayude para poder llevar a la prctica los deseos que han surgido en tu corazn.
19/12/2025
Artculos de "Al hilo de la vida y de mis reflexiones"
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