Aunque cada vez van quedando menos arcones -al menos, de los antiguos- todo el mundo sabe lo que es un arcón. Y para lo que sirve. Por lo general, un arcón de los de antes contiene muchas cosas: ropa (de cama, sobre todo), papeles (con profusión de recibos y cartas que, andando el tiempo, se suelen releer), cajas metálicas (de dulce de membrillo y de Puente Genil, principalmente), libros (algún manual de urbanidad, un "Grado Medio", un librito de cartas escritas desde todas las capitales de provincias españolas, según la división llevada a cabo por Javier de Burgos en 1835...); humildes y queridos objetos de otros tiempos que, ordenadamente, fueron ocupando rincones y huecos en el arcón; bolsas de plástico para guardar los recuerdos de la primera comunión, incluyendo el libro y el rosario de la mano derecha y los guantes); delicadas fundas de papel de seda con floridos patrones de costura, viejas postales y alguna carta con los primeros escarceos literarios amorosos, algunas cajitas con cuchillas de afeitar "Palmera"..., todo ello depositado allí para dormir el sueño de los justos, a la espera de una próxima apertura.

"El Arcón" que presentamos en Totana.com sigue la tradición de los arcones de siempre, esto es, sirve esencialmente para conservar de forma ordenada muchas cosas que consideramos de utilidad o nos proporcionan, al mismo tiempo, nostalgia y placer por un reencuentro que muy posiblemente contribuirá a hacerle pasar un buen rato mientras va descubriendo o recordando la variedad de objetos que encierra.

¡Abra "El Arcón" y disfrute buscando sus pequeños secretos!

Ginés Rosa