El concejal de Servicios y Mantenimiento Integral de la Ciudad, Sergio López, ha anunciado que la carretera MU-502, que comunica Aledo con Totana, concretamente desde la Cruz de la Misión hasta la rotonda de “El Rulo”, permanecerá cerrada desde el próximo lunes 9 de julio hasta el día 20 del mismo mes, con motivo de las obras de la II Fase del colector de aguas residuales “La Charca”, que se están llevando a cabo para dar servicio además de a los vecinos de esta zona a una amplia zona de Los Huertos de Totana.
Estas obras de conexión del colector que comunica las redes de alcantarillado de la urbanización “La Charca” con la red del casco urbano de la localidad, y que comenzaron el pasado mes de marzo, tienen un plazo de ejecución de seis meses y un presupuesto que asciende a la cantidad de 808.974,44 euros, financiadas íntegramente por la Comunidad Autónoma.
Las obras de la primera fase consistieron en la unión de dos redes de alcantarillado mediante la instalación de una tubería de hormigón en masa.
En esta segunda fase, las obras consisten en la unión de esta red de distribución de alcantarillado con la red de distribución del casco urbano y comunicará todas las viviendas de la zona de “Los Huertos”, que circundará esta infraestructura a lo largo de casi tres kilómetros, desde “La Charca”, pasando por el trasvase hasta llegar al camino del pastelero, por detrás de la gasolinera.
Las obras comprenden la canalización de la zanja para proceder a la instalación de la tubería, el relleno de la misma con zahorra y concluirán con la reposición de firme demolido, con dos capas de asfalto.
A través de estas obras se realizará la canalización de estas aguas hasta llevarlas a la red general de alcantarillado para posteriormente depurarla y poder reutilizarlas.
Con esta actuación se muestra una vez más el compromiso de Gobierno con el medio ambiente a través de las diferentes obras que se están acometiendo para la depuración de las aguas residuales del municipio, ya que cumplen la normativa medioambiental.
De esta manera, los vecinos de estas zonas tendrán las mismas necesidades básicas como alumbrado público y alcantarillado, que los del casco urbano, y no tendrán que soportar un foco de olor e infección, pudiendo aprovechar esta agua para regadío.
